Dra. Gladys Villouta Cabello (1944-2002)

Autores/as

  • Gustavo A. Montes O.

Resumen

En septiembre del año pasado falleció esta distinguida profesora, titular de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, especialista en Patología Clínica Veterinaria.

La profesora Villouta, nacida el 23 de diciembre de 1944, cursó sus estudios básicos y secundarios en el Colegio British High Sehool, para luego ingresar a la Universidad de Chile en 1961, desde donde egresó como Médico Veterinaria en 1966.

La profesora Villouta desde un inicio mostró un alto interés y dedica­ción a la Universidad, ya que apenas titulada ingresó como ayudante de la catédra de Fisiología, donde se desempeñó hasta 1970. A partir de esa fecha se incorporó al grupo de Patología Clínica, donde desarrolló una exitosa carrera desde ayudante, para lograr la calidad de Profesora Asociada en 1976 y la de Profesora Titular en 1985.


La profesora Villouta al incorporarse a una disciplina emergente aportó su gran capacidad de trabajo que permitió la consolidación de ésta, mostrando en todo momento una inquietud de per-fea, ionanl lento y rigurosidad en el trabajo, lo que se tradujo en numerosas publicaciones en revistas con comité editorial y de circulación internacional, fruto de los numerosos proyectos de in vcatigación en los que participó en diferentes calidades.

En su actividad la profesora Villouta atendió a más de cien estudiantes en sus memorias de títu­los de la Carrera de Médico Veterinario y numerosas tesis de post grado en el Programa de Magister en Ciencias Veterinarias, y en el último tiempo destaca su abnegada dedicación y colaboi ación con los colegas tanto en el Programa de Especialización como en el de Diplomado en Especies Menores. En esta fructífera carrera, fue su preocupación constante el apoyo a la docencia, donde su aporte permitió la publicación anual de guías de trabajos prácticos y que culminó con la condición y p cipación en el primer libro de Hematología de la especialidad a nivel nacional.

No obstante, no son éstos los frutos más destacados de su accionar en la Universidad, ya que ellos muestran pálidamente la gran condición humana, la convicción de sus ideas y el tesdn dedicación con que ella se abocó al trabajo académico, participando en innumerables cumLsiones v funciones, donde entregó su desinteresada capacidad de servicio público. De éstas, destacan entre otras su claridad cuando asumió la Dirección del Departamento de Patología Animal, y en estos últimos años su aporte a la Universidad al integrar la Comisión Superior de Evaluación Académica.

Su gran calidad humana, escondida en una timidez a veces mal entendida, se mostraba en plenitud cuando conversaba con sus estudiantes o colegas. apareciendo la consejera acogedora pero sólida en principios.

Hoy v a no se escuchan sus fuertes taconeos cuando llegaba en las mañanas o sus anuncios de sesiones de orden en laboratorios y oficinas, que no eran más que el preámbulo de una crisis "ad portas-'_ cuando no funcionaba según su rigurosidad para abordar el trabajo académico o de servi­cio. No obstante, su presencia permanece ya que sus condiciones de maestra se plasmaron en gene-raciones de veterinarios y discípulos que siguieron sus enseñanzas y que hoy se desempeñan como académicos en diversas Universidades o como profesionales en variados campos.

Gustavo A. Montes O.