Profesor Guía: Dr. Pedro E. Cattán A.

Se estudió una población de guanacos ubicada den­tro de la R. N. Río de los Cipreses, cordillera de los Andes, VI Región, Chile (34º16'-34º30' Latitud Sur; 70º28'-70º18' Longitud Oeste). Con el objeti­vo de conocer su conducta y uso de hábitat. La caracterización del hábitat se realizó mediante el Sistema de Clasificación de Pastizales (Gastó y col., 1987) y el estudio de conducta de uso de hábitat se llevó a cabo en terreno mediante observación direc­ta de los animales durante los años 1989-1990. El área de estudio se clasificó en provincias climáticas (Nival, Estepa, Secoestival), que se ubicaban en or­den decreciente de altitud. Además se caracterizó el hábitat según su pendiente, tipo de suelo y vegeta­ción. La relación guanaco-hábitat se determinó me­diante el índice de preferencia de hábitat de Cock (modificado por Ortega y Franklin, 1988). Para el análisis dentro y entre estación de los datos de uso de hábitat se utilizó el estadigrafo chi cuadrado (frecuencias de observación) y la prueba de Kruskal Wallis (número total de animales avistados en cada estación) (Sokal y Rolf, 1069). Se obtuvo un total de 220 horas de observación.

En verano la provincia Estepárica es preferida y la Secoestival es rechazada, en cambio en invierno la provincia Secoestival es preferida y la Estepárica es neutral. Los rangos de pendiente más utilizados son el ondulado (invierno) y submontano (verano), existiendo diferencias significativas entre estacio­nes. Los sitios más utilizados fueron las vegas de altura en verano y el matorral esclerófilo en invier­no. El uso de los espacios fue diferente entre esta­ciones, en verano los espacios más altos e inaccesi­bles fueron los más preferidos, mientras que en invierno utilizaron los espacios más cercanos al fondo del valle. Los sectores que eran utilizados por el ganado doméstico en verano no presentaban re­gistros de ser ocupados por los guanacos en la misma estación, pero eran los más utilizados cuan­do los animales domésticos eran retirados. Los re­sultados indican que los patrones de uso de hábitat presentan signos de estar condicionados negativa­mente por la perturbación humana y la competencia con el ganado doméstico.