La letra (ñ) es la decimoséptima letra del abecedario español y decimocuarta de sus consonantes. Su nombre es eñe y su articulación nasal, palatal y sonora. La letra eñe sólo existe en la lengua castellana, y no apareció hasta la Edad Media (Siglo IX). Curiosamente, son pocas las palabras que empiezan por eñe, generalmente proceden del idioma guaraní. En Chile tenemos Ñuble, Ñuñoa.

La Letra eñe es una letra importante para el idioma español y para los españoles y para todos quienes hablan y escriben en español. Es una letra emblemática que figura en el nombre mismo de la patria de Miguel de Cervantes y en el nombre del idioma que lo hablan 300 millones de personas en todo el mundo. Durante muchos años, el idioma español o castellano ha sido la fuente de expresión artística y cultural de una gran parte de la humanidad, constituyendo en iberoamérica un lazo de unión tan importante como la religión católica.

¡Recientemente la letra eñe casi pierde su tilde!

Es sabido que el correcto uso del idioma español es amenazado día a día por influencias extranjeras. Ya casi no se usa la coma (,) para separar decimales, muchas veces se usa el punto (.), algo propio del idioma inglés. Para qué hablar de los acentos ('), como no los usa el idioma inglés, tampoco los usamos en su debida forma. El uso de abreviaciones, muy usadas en el idioma inglés, también se ha extendido, al menos en las publicaciones científicas, probablemente para ahorrar espacio aunque con resultados poco estéticos. ¿Por qué usar DNA o RNA en vez de ADN o ARN para referirse al ácido desoxirribonucleico y al ácido ribonucleico? ¿Por qué usar IBR en vez de RIB para referirse en forma abreviada a la rinotraqueítis infecciosa bovina? Se argumentará que son de uso internacional propio del lenguaje científico...

Algo peor aún, ya no es bien mirado quien escribe un artículo científico en español. No tiene valor para la comunidad científica. Se argumenta que no lo lee nadie que no hable español. Debe ser escrito en inglés para que sea leído... Las revistas nacionales tampoco sirven para divulgar nuestros estudios. Es mejor hacerlo en revistas internacionales, ojalá en inglés. Recordemos que, sin embargo, muchas revistas escritas en español están indizadas y por lo tanto tienen una gran difusión.

Recientemente en España y en Puerto Rico se ha ganado una verdadera batalla por la letra ñ. Esta letra que no la posee el idioma inglés, generalmente no está en los computadores, a veces sí, pero no en forma accesible. La defensa de la letra eñe frente a los criterios comerciales e industriales se transformó en una cuestión de principios para instituciones españolas e iberoamericanas como las Academias de la Lengua de dichos países, a las que se sumaron escritores de prestigio internacional como lo es el premio Nobel Camilo José Cela. Felizmente la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó la utilización de la letra ñ en los ordenadores fabricados y comercializados tanto en España como en el resto de Europa.

¿Qué podemos hacer nosotros en defensa de nuestro idioma? Por favor, usemos los acentos cuando se deba, no despreciemos el uso de la coma para separar decimales, usemos abreviaturas en español, con moderación, evitando el mal gusto de escribir o hablar en siglas. Defendamos nuestras revistas escritas en español, mejoremos su calidad para que ellas sean debidamente valoradas. Seamos originales en nuestras investigaciones. Tratemos de ser mejores. Defendamos nuestra propia identidad con ñeque e inteligencia. Por favor no cambiemos hasta la forma de escribir nuestro nombre. Muchos investigadores firman sus artículos científicos solamente con la inicial de su nombre seguido por el apellido paterno. La inicial del apellido materno ya no lo usan. Por favor, dejemos de usar tantos anglicismos innecesarios. ¿Para qué usar la palabra 'test', si existe en español la palabra 'prueba'? Recordemos no obstante que muchos anglicismos han sido incorporados al idioma español, aunque se escriben en forma diferente, tal es el caso de estrés y estándar.