Profesor Guía: Dr. Luis Moraga B.

En un intento por aportar antecedentes relacionados con la mastitis del bovino, se realizó un estudio para obtener un valor actualizado de la prevalencia en la Región Metropolitana y caracterizar la evolución de la mastitis al comparar estos resultados con los informados por Zurita y cols. (1972) en la misma zona geográfica. Con el objetivo de describir facto­res eventualmente asociados con esta enfermedad, el nivel de adopción de acciones de control, se realizó una encuesta epidemiológica, cuyos resulta­dos proporcionan elementos de juicio que explica­rían las variaciones de prevalencia entre ambos períodos, así como plantear hipótesis respecto a las deficiencias que determinarían la frecuencia e in­tensidad de la inflamación mamaria en la Región Metropolitana. Como métodos de diagnóstico se utilizaron el examen clínico y el CMI en todas las vacas en ordeña, para mastitis clínica y subclínica, respectivamente. Como base para el muestreo se utilizó a los proveedores de SOPROLE S.A. (148), sorteándose 30 predios, los cuales fueron ordena­dos según sistema de ordeña y tamaño de rebaño; estratificándose los con ordeña mecánica en tres categorías: Bajo (menos de 75 vacas); Medio (entre 75 y 250 vacas) y Alto (más de 250 vacas).

Se examinó un total de 2.321 vacas en ordeña, obteniéndose una prevalencia por vacas y cuartos de 64,84 y 41,10%, respectivamente. Este último valor se desglosó en 38,65% de cuartos positivos a mastitis subclínica, 0,83% a mastitis clínica y 1,63% de cuartos secos. Estos resultados ponen de manifiesto una disminución respecto a lo informado por Zurita y cols. (1972), con una variación del 12,86 y 15,80% para vacas y cuartos, respectiva­mente. La frecuencia de cuartos con mastitis subclí­nica disminuye en 14,90%, detectándose una redis­tribución en los distintos grados de positividad, con un aumento de 189,60% para el grado T y disminu­ción de 45,66 y 53,67% en los grados 2 y 3, respec­tivamente. La disminución en la prevalencia y en la intensidad de la mastitis subclínica estaría asociada con la adopción de algunas acciones de control, tales como el dipping (83,3%) y la terapia de secado (66,7%), prácticas escasamente utilizadas en la dé­cada del 70. Las variaciones encontradas entre los períodos que se comparan, ponen de manifiesto un avance relativo en el control de la mastitis; no obstante este progreso está muy distante de lo espe­rado. Luego de un análisis global de los resultados obtenidos mediante la encuesta epidemiológica, quedaría en evidencia la carencia, en la mayoría de los casos, de un programa integral de control que considere todos los factores involucrados en la etio­patogénesis y epidemiología de la mastitis bovina. En efecto, se detectaron falencias en el control de la enfermedad, como lo demuestra el bajo nivel de adopción de las siguientes prácticas: Higiene preor­deña: Empleo de predipping (0%); Secado de pezo­nes antes de colocar la unidad (3,3%). 'Manejo global' de la mastitis clínica: Utilización de vaso de fondo negro (u otro método eficiente) para el exa­men de leche y diagnóstico oportuno de los casos clínicos (10,0%); Segregación de vacas con masti­tis clínica (3,3%). Eliminación habitual de vacas con mastitis clínica crónica o recurrente (36,7%). Mantención del equipo de ordeña: Frecuencia ade­cuada de cambio de pezoneras (4,8%).

La interacción entre algunos de estos factores con otras deficiencias como un tiempo promedio excesivo de unidad (7,14 min.) y fallas relaciona­das con la operación del equipo de ordeña, tende­rían a minimizar la eficacia del dipping y de la terapia de secado, lo que explicaría que la prevalen­cia de mastitis y la frecuencia de reacciones 2 y 3 al CMT, aún presenten valores elevados. Al analizar el efecto del tamaño de rebaño sobre la frecuencia e intensidad de la mastitis subclínica, se encontró que todos los indicadores disminuyen en el estrato Alto con respecto al Medio y al Bajo, en los predios con ordeña mecánica (p ≤ 0,05). En cambio, no se encontraron diferencias significativas entre predios con ordeña mecánica y manual, excepto para la frecuencia de cuartos afectados por mastitis subclí­nica, debido a una mayor proporción de cuartos reaccionantes al grado T en los rebaños ordeñados mecánicamente (p ≤ 0,05).