Introducción

El impresionante avance tecnológico alcanzado por el diagnóstico médico por imágenes (Imagenolo­gía) durante los últimos 20 años, ha puesto de relieve la necesidad de perfeccionamiento y espe­cialización de los profesionales del área de la salud.

Tecnologías como la Ecotomografía, Tomogra­fía Axial Computarizada (TAC o Scanner), Reso­nancia Magnética Nuclear, etc., son de uso habitual en la práctica clínica humana, donde la miniaturiza­ción electrónica, la optimización de los procesos computacionales y el perfeccionamiento en la re­presentación visual de señales electrónicas han sido la base de los continuos avances en este campo.

La Medicina Veterinaria ha intemalizado más lentamente este desarrollo, pero en Estados Unidos y Europa, es rutinario el examen ecográfico, la cintigrafía nuclear y el scanner como apoyo diag­nóstico. Hacia 1988 fueron realizadas las primeras experiencias en Resonancia Magnética aplicada a animales.

En Chile la Medicina Veterinaria ha seguido lejanamente está incorporación tecnológica al estu­dio e investigación de la salud animal, debido fun­damentalmente al elevado costo de estos equipos y la falta de preparación de profesionales en esta área. Bajo estas circunstancias, ciertamente, la Ecotomo­grafía, por su costo en equipamiento, por su adapta­bilidad y gran entrega de información, representa la alternativa más factible de desarrollar en nuestro país.

La base de la Ecotomografía es el ultrasonido (U. S.), vibraciones sonoras de una frecuencia supe­rior a los 16.000 ciclos por segundo que es lo que corresponde al límite de la audición sonora hu­mana.

Las vibraciones sonoras son oscilaciones mecá­nicas que se desplazan por la materia, por compre­sión y dilatación del medio donde se propagan, y lo hacen a una velocidad determinada, dependiendo de las características físicas de las partículas de ese medio en particular.

La frecuencia, es el número de oscilaciones completas que realiza una partícula en un segundo, obteniéndose que:

1 oscilación/sg = 1 ciclo/sg = 1 Hertz (Hz). 1.000 oscilaciones/sg = 1 Kilociclo/sg = 1 Ki­lohertz (KHz). 1.000.000 oscilaciones/sg = 1 Megaciclo/sg = 1 Megahertz (MHz).

Donde los sonidos audibles oscilan entre los 16 y los 16.000 Hz y los ultrasonidos entre los 16.000 y 1010 Hz.

Para el diagnóstico médico se utilizan generado­res de frecuencia que van de 1 a 15 MHz dependien­do de la superficie y características de la región corporal que se desee explorar.

Características de los ultrasonidos en los tejidos

La velocidad a la que se transmite el haz de ultraso­nido a través de un medio depende de la densidad y compresibilidad de éste, siendo mayor la velocidad cuanto más sólido sea el medio.

La resistencia peculiar de cada tejido al paso de los ultrasonidos se conoce como impedancia acústi­ca o resistencia sónica y es igual a:

Z = D x V

Donde:

D =

Densidad (gr/cm3)
V = Velocidad acústica (cm/sg)
Z = Impedancia acústica (gr/cm3/sg)

Dadas estas características se pueden evaluar ciertas situaciones:

Conociendo la velocidad del ultrasonido y el tiempo que tardan en volver los ecos originados, se puede calcular la distancia donde se han pro­ducido dichos ecos. Conociendo la velocidad, se puede calcular la impedancia acústica de los tejidos, necesaria pa­ra estimar el volumen de los ecos que retornan, y entregar una idea estructural de los tejidos estu­diados. En el efecto Doppler se puede calcular la rapidez con que se mueve la superficie reflectante, ob­servando los cambios en la frecuencia de los ecos de retorno, lo que se asocia a cambios en los flujos líquidos de vasos y corazón.

En los tejidos animales el ultrasonido se desplaza a una velocidad promedio de 1.540 m/sg, con la sola excepción del hueso debido a su densidad y elasticidad donde alcanza los 3.600 m/sg.

Al pasar el haz de U. S. desde un medio a otro medio vecino de características diferentes, se origi­nará un eco en la interfase entre esos 2 medios, eco que será mayor cuanto meyor sea la diferencia de impedancia acústica entre ellos, lo que representa una de las limitaciones del U.S.

Figura 1. Ecotomografía cardíaca que muestra las cámaras del corazón y su septum intermedio (A = aurículas, V = ventrículos).

  Debido a que, si bien es cierto la mayoría de los tejidos no presentan grandes diferencias de impe­dancia, sí es considerable la diferencia de aire y de hueso con respecto a otros tejidos, produciéndose fuertes ecos en las interfases.

Estas diferencias de impedancia (aire-tejido blando y hueso-tejido blando) limitan el examen de estructuras que contengan aire o que estén cubiertas por hueso.

Esta característica física de los U.S. de detectar diferencias de impedancia acústica en los tejidos, permite la diferenciación de estructuras normales de otras anormales o patológicas, así, los tumores pueden visualizarse porque su impedancia acústica es diferente a la del órgano donde se han originado.

Figura 2. Ecotomografía hepática evidenciando la presencia de dos focos hipoecogénicos, irregulares y heterogéneos en hígado, correspondientes a metástasis de un adenocarcinoma pancreático.

Generación de ultrasonido y tipos de equipos

En equipos médicos el U. S. es generado a partir de cristales piezoeléctricos (cuarzo, turmalilna, titanio de Bario) que al ser estimulados mediante impulsos eléctricos, sufren deformaciones que generan vi­bración ultrasónica, y en forma recíproca, al recibir ondas de U.S. son capaces de traducirlas en impul­sos eléctricos.

Esto es importante para la comprensión de la función de los transductores de ecografía, los cuales actúan como emisor, al generar vibraciones ultrasó­nicas; y como receptor al recibir los ecos ultrasóni­cos que retornan y transformarlos en impulsos eléc­tricos, graficables electrónicamente.

Un aparato de ultrasonografía funciona básica­mente, mediante un generador de impulsos eléctri­cos que varían entre los 50 y 3.000 impulsos por sg. Cada impulso excita el transductor generando on­das ultrasónicas pulsátiles, que se propagan al inte­rior del organismo, y al rebotar contra las diferentes estructuras anatómicas, generan ecos de diferente magnitud, los que son recibidos por el mismo trans­ductor, y por medio de señales eléctricas moduladas por un computador, las representa en un monitor de televisión en una escala de grises y a una velocidad superior a las 16 imágenes por segundo, lo que es interpretado por el observador como una imagen continua.

De acuerdo a la forma de representar los ecos, se han diseñado los métodos A, B, y T.M.

El método A (Amplitud) consiste en la represen­tación de los ecos como deflexiones verticales en un oscilascopio, donde la altura de cada deflexión re­presenta la amplitud del eco que retorna. El método B (Brightness) representa los ecos como puntos brillantes en un monitor de televisión, el cual nos entrega un corte tomográfico bidimen­sional del órgano o zona explorada, obteniendo diferente brillo según la amplitud del eco, siendo el más usado actualmente. El método T. M. produce imágenes unidimensio­nales pero con movimiento estructural, lo que da origen a su nombre: 'Time Motion'; utilizándose para explorar Cámaras cardíacas, grandes vasos y sus flujos.

Aplicación del U.S. en Medicina Veterinaria

En 1966 el U.S. en su Modo A comenzó a ser utilizado en la detección de preñez en ovejas, cons­tituyendo el mal llamado 'Doppler', que detecta el cambio de impedancia que se produce entre el feto y el ambiente líquido que lo rodea. En nuestro país, el U.S. comenzó a utilizarse hace aproximadamente 10 años, como método prospectivo (con transducto­res lineales vía transrectal) en el seguimiento e identificación de estructuras ováricas, detección temprana de preñez, implantación de gemelos y desarrollo de estructuras placentarias en la yegua.

Actualmente, la ultrasonografía presenta múlti­ples aplicaciones, principalmente en la exploración de tejidos blandos, permitiendo cubrir aspectos como:

a) Patologías funcionales , degenerativas y trau­máticas de hígado, páncreas, bazo y riñones tales como hematomas, abscesos, quistes, tumores, me­tástasis, pólipos, inflamaciones, infartos, calcifica­ciones, alteraciones de forma o estructura, etc. Es­pecíficamente a nivel hepático es posible observar además, patologías como colelitiasis, colecistitis, obstrucción de vías biliares, hígado graso, cirrosis hepática, etc. En riñones son detectables patologías como hidronefrosis, urolitiasis, pielocaliectasia, hematomas renales y pararrenales, etc., siendo po­sible además observar en el bazo, la presencia de esplenectasia.

 

Figura 3. Ecotomografía transrectal de vesículas seminales de un potro al inicio de la época de monta.

Figura 4. Ecotomografía abdominal que muestra la imagen clásica de 'rueda de carreta' correspondiente a un quiste hidatídico de ubicación esplénica.

  b) Ecocardiografía : Esta es un área inexplorada en M.V. y que presenta grandes proyecciones al asóciarla a otras técnicas diagnósticas como arte­riografía y electrocardiografía; entregando imáge­nes fehacientes de transtornos morfológicos y de flujo sanguíneo, en corazón y grandes vasos.

c) Patologías del sistema reproductivo : Repre­sentan actualmente problemas de difícil evaluación con los medios diagnósticos tradicionales, adqui­riendo la ecotomografía gran importancia, princi­palmente en el diagnóstico de patologías como cuerpo lúteo persistente; quistes foliculares; tumo­res ováricos; piometra; pseudopreñez; prostatitis; neoplasias, abscesos, quistes o cálculos prostáticos; tumoraciones de testículos criptorquidios, etc.

Esta exploración del aparato reproductivo, se realiza por vía transrectal en animales mayores (Equinos, Bovinos, Camélidos Sudamericanos, etc.) y por vía percutánea en animales pequeños (caninos, felinos, cerdos, etc.).

A pesar de ser la ultrasonografía una tecnología de un valor económico bastante elevado, su justifi­cación se basa en el alza de los parámetros repro­ductivos cuya importancia y magnitud hacen renta­ble la inversión en estos equipos en planteles pro­ductivos que posean un número de animales inter­medio a altos, o bien de alto valor económico.

En animales pequeños, la detección temprana de las patologías permite instaurar tratamientos exito­sos, por la correcta ubicación y visualización del problema, la cual entrega una base diagnóstica de gran utilidad, si es interpretada correctamente.

d) Ultrasonografía de gestación : Esta es un área muy amplia que abarca desde el diagnóstico precoz de preñez hasta la visualización de malformaciones congénitas como por ejemplo, hidrocefalia y polihi­droamonios; permitiendo detectar el número apro­ximado de crías; tamaño, biometría y vitalidad de ellas; malposiciones al momento del parto; y estado general de la gestación en distintas etapas.

e) Ecopunciones: El U.S. representa una gran ayuda para la ubicación anatomotopográfica en la obtención de biopsias percutáneas (para estudios citológicos); punción y drenaje de abscesos, quistes y vejiga; aspiración de acúmulos de transudados, sangre, orina, etc., desde cavidades internas perito­neales o retroperitoneales.

Figura 5. Imagen ecotomográfica de un hematoma hepático, posterior a un traumatismo costal.

  f) Evaluación de tejidos blandos de aparato lo­comotor en Equinos : Estos animales requieren mantener su aparato locomotor en óptimas condi­ciones, ya que cualquier lesión puede llevar a una disminución de su rendimiento; es por esto que la ultrasonografía representa un excelente medio para el diagnóstico de algunas patologías tendíneas y articulares que no son visualizables en forma ade­cuada con técnicas radiográficas, las cuales están más indicadas para alteraciones óseas.

g) Medicina Experimental : La evaluación ecoto­mográfica de animales experimentales utilizados como modelos en el estudio e investigación de un sinnúmero de enfermedades que afectan al hombre y son reproducibles en animales, es una práctica de uso habitual en los grandes centros de investigación en la actualidad.

A no dudarlo, por su enorme potencialidad la ultrasonografía representa una herramienta diag­nóstica de avanzada en el mundo científico-médico actual, por lo que su desarrollo en la Medicina Veterinaria en Chile, requiere de un sentido esfuer­zo profesional por interiorizar esta moderna tecno­logía, de manera de permitir el desarrollo integral de la profesión, situación donde indudablemente las universidades debieran jugar un rol de avanzada en este sentido.

AGRADECIMIENTOS

Agradezco al Dr. Claudio Parra M. su oportuna colaboración y atinados consejos.

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Recibido el 23 de julio de 1991.