Introducción

Uno de los principales problemas del caballo corralero corresponde a las alteraciones podales (Núñez, 1978). Probablemente la causa más común de claudicación en caballos, directa o indirecta, sea la mala aplicación de la herradura al pie del caballo (Armistead, 1966; Moyer y Anderson, 1975; Pires, 1984; Adams, 1987; Wiseman, 1989).

La herradura del caballo tiene múltiples efectos tanto en el pie como en el miembro completo; la herradura fijada en el pie determinará el modo en el cual el miembro aceptará el impacto inicial. Si el miembro no está preparado para aceptar el impacto correctamente, seguramente se producirá una falla en el sistema músculo-esquelético (Moyer y Anderson, 1975). También la forma y tamaño del pie pueden ser alterados completamente por el proceso de herraje, siendo esto más notorio en un caballo joven que en uno viejo. Sin embargo, a pesar de que existen grandes beneficios que se extienden del herraje científicamente realizado, siempre se le ha juzgado como un mal necesario ya que transtorna el funcionamiento normal del pie y, es necesario, porque no se ha descubierto otro dispositivo que lo proteja mejor.

En efecto, se ha atribuido al herraje corriente una porción de deformaciones parciales del casco, tales como estrechez de talones, alteraciones de la sustancia córnea, deformaciones del tejuelo, atrofia de la ranilla, osificación de los cartílagos del pie, desgaste y ruina prematura de las articulaciones y tendones del pie, entre otros. No se niega que el herraje pueda influir en el desarrollo de estas afecciones, pero hay que convenir que cuando sucede, es debido a que se ejecutó siguiendo una técnica defectuosa, porque si el herrado es practicado de acuerdo con el más fiel y estricto de los principios científicos, los resultados perniciosos son tan pequeños que no valen la pena ser considerados en relación a los beneficios que los animales herrados reportan, y que son incalculablemente mucho mayores que si están descalzos (Pires, 1984; Wiseman, 1989).

Desde hace mucho tiempo se han observado, de acuerdo a la casuística de la clínica de animales mayores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Concepción, fallas en la técnica de herraje en los equinos, por lo que surgió la necesidad de evaluar el herraje, específicamente del equino fina sangre chileno en la Provincia de Ñuble.

Materiales y métodos

El estudio se realizó en 150 equinos fina sangre chilenos, provenientes de distintos criaderos de la zona de Nuble, agrupando a los animales en tres edades, la que se determinó por registros y cronometría dentaria. El primer grupo incluyó animales hasta 4 años, el segundo animales de 4 a 12 años y el tercero los mayores de 12 años (Wiseman, 1989).

En el herraje se estableció la presencia de herraje vencido, observando, con el pie levantado, si la muralla comenzaba a cubrir por los lados la herradura; si el herraje era estrecho (estrecho de cuartos, estrecho de talones, estrecho de dedos) y ancho; la herradura corta, larga, gruesa, delgada, si la rama de la herradura cubre la ranilla o lo hacen ambas ramas, si presentaba pestaña en el dedo o en las cuartas partes y si la herradura estaba quebrada, gastada o corrida, comparándolo con el herraje correcto establecido en la literatura.

En la colocación de clavos, se evaluó si presentaba clavado escaso, muy alto, muy bajo, muy atrás o si estaban disparejos; en el caso de los remaches, se consideraron sobresalientes si protruyen en la superficie de la muralla.

Resultados y discusión

La distribución de la población analizada de acuerdo con su edad, se aprecia en la tabla 1, en la cual se observa que la gran mayoría de los animales (99) se encuentran entre los 4 y 12 años, ya que a los 4 años se inicia la edad competitiva. Por otro lado, la minoría (8) se ubica en el grupo de más de 12 años, esto se debe a que los animales de más de 12 años comienzan a dar problemas claudicógenos en los miembros torácicos, con lo cual termina su vida útil. Esta vida útil tan corta se explicaría en la mayoría de los casos por una inadecuada técnica de herraje, mantenida en el tiempo, que los predispone a ciertas podopatologías claudicógenas irreversibles.

TABLA 1 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE CABALLOS ANALIZADA SEGÚN EDAD

Edad (años)

N° animales

N° cascos

Menos de 4

43

172

Entre 4 y 12

99

396

12 y más

8

32

Total

150

600

En la distribución de la población analizada según sexo (Tabla 2), se observa la predominancia de machos (104), lo que se debe a la preferencia de los criadores por correr en el rodeo con machos, sean éstos enteros o no, por el mayor desarrollo muscular del macho que le hace más potente en el momento de la atajada y, además, porque no presenta variaciones estacionales tan marcadas en su actividad hormonal.

TABLA 2 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE CABALLOS ANALIZADA SEGÚN SEXO

Sexo

N° animales

N° cascos

Macho

104

416

Hembra

46

184

Total

150

600

Las características del herraje (Tablas 3 y 4) muestran un gran porcentaje de animales con el herraje vencido (41,3%), lo que demuestra que no existe verdadera preocupación sobre la frecuencia de renovación del herraje; se observaron casos extremos de caballos que conservaban las herraduras por más de 3 meses. Otra característica importante fue el herraje estrecho (47,3%), preferentemente en los talones y en los miembros torácicos (Tabla 3). Debido a las características artificiales del equino corralero, ha habido casos en los cuales en el cruce de manos se ha salido la herradura porque se la alcanza, y para evitar estos casos fortuitos, dejan los talones de la herradura hacia adentro. Por la misma razón se observa un cierto número de casos en que una o ambas ramas de la herradura cubren la ranilla (8,5 y 8,0, respectivamente).

Todos los animales analizados presentaron colocación de clavos muy atrás, lo que inmoviliza el mecanismo del casco favoreciendo el encastillamiento (Moyer y Anderson, 1975; Adams, 1987; Wiseman, 1989). Además, presentaron remaches sobresalientes, debido a que los herreros desconocen la existencia del descarnador, herramienta con la que se hace una depresión en la muralla del tamaño exacto para alojar la punta doblada del clavo a remachar (Tablas 3 y 4).

TABLA 3 CARACTERÍSTICAS DEL HERRAJE Y COLOCACIÓN DE CLAVOS CON RESPECTO A SU UBICACIÓN

Característica 

Torácicos

Pélvicos

Total

%

%

%

Hv

124

20,6

124

20,6

248

41,3

Est

174

29,0

110

18,3

284

47,3

Ed

--

--

--

--

--

--

Ee

29

4,8

13

2,1

42

7,0

Et

145

24,1

97

16,1

242

40,3

An

--

--

6

1,0

6

1,0

C

--

--

2

0,3

0

0,3

L

11

1,8

20

3,3

31

5,1

G

 --

 --

 --

 --

 --

 --

D

4

0,6

--

--

4

0,6

R1

18

3,0

33

5,5

51

8,5

R2

4

0,6

26

4,3

30

5,0

Pd

--

--

--

--

--

--

Pc

--

--

--

--

--

--

Ro

--

--

--

--

--

--

Co

18

3,0

12

2,0

30

5,0

Es

14

2,3

6

1,0

20

3,3

Ma

54

9,0

49

8,1

103

17,1

Mb

2

0,3

--

--

2

0,3

Mat

300

50,0

300

50,0

600

100

Dis

102

17,0

92

15,3

194

32,3

Rso

300

50,0

300

50,0

600

100

Hv: herraje vencido, Est: estrecho, Ed: estrecho en dedo, Ec: estrecho en cuartas partes, Et: estrecho en talones, An: herraje ancho, C: corto, L: largo, G:herradura gruesa, D: herradura delgada, R 1: una de las ramas de la herradura cubre la ranilla, R2: ambas ramas cubren la ranilla, Pd: pestaña en dedo, Pc:pestaña en cuartas partes, Ro: herradura quebrada, Co: herradura corrida, Es: clavado escaso, Ma: clavos muy altos, Mb: clavos muy bajos, Mat: clavos muyatrás, Dis: clavos disparejos. Rso: remaches sobresalientes.

TABLA 4 CARACTERÍSTICAS DEL HERRAJE Y COLOCACIÓN DE CLAVOS CON RESPECTO A LA EDAD

--Característica  Edad (años)
Menos de 4 4 y 12 12 y más

Total

%

%

%

%

Hv

46

7,6

114

19,0

8

1,3

248

41,3

Est

114

19,0

160

26,6

10

1,6

284

47,3

Ed

--

--

--

--

--

--

--

-

Ee

12

2,0

26

4,3

4

0,6

42

7.0

Et

102

1,6

134

22,6

6

1,0

242

40,3

An

--

--

6

1,0

--

--

6

1,0

C

--

--

2

0,3

--

--

2

0,3

L

3

0,5

26

4,3

2

0,3

31

5,1

G

--

--

--

--

--

--

--

--

D

2

0,3

2

0,3

--

--

4

0,6

R 1

12

2,0

33

5,5

6

1,0

51

8,5

R2

4

0,6

26

4,3

--

--

30

5,0

Pd

--

--

--

--

--

--

-- 

-- 

Pc

--

--

--

--

--

--

-- 

-- 

Ro

--

--

--

--

--

--

--

--

Co

5

0,8

22

3,6

3

0,5

30

5,0

Es

4

0,6

13

2,1

3

0,5

20

3,3

Ma

30

5,0

68

11,3

5

0,8

103

17,1

Mb

--

--

2

0,3

--

--

2

0,3

Mat

172

28,6

396

66,0

32

5,3

600

100

Dis

84

14,0

98

16,3

12

2,0

194

32,3

Rso

172

28,6

396

66,0

32

5,3

600

100

Hv: herraje vencido, Est: estrecho, Ed: estrecho en dedo, Ec: estrecho en cuartas partes, Et: estrecho en talones, An: herraje ancho, C: corto, L: largo, G:herradura gruesa, D: herradura delgada, R1: una de las ramas de la herradura cubre la ranilla, R2: ambas ramas cubren la ranilla, Pd: pestaña en dedo, Pc:pestaña en cuartas partes, Ro: herradura quebrada, Co: herradura corrida, Es: clavado escaso, Ma: clavos muy altos, Mb: clavos muy bajos, Mat: clavos muyatrás, Dis: clavos disparejos, Rso: remaches sobresalientes.

Del análisis de los resultados podemos concluir que el 100% de los animales evaluados presentó algún defecto de herraje, lo que indica que existe una falta de conocimiento sobre técnicas de herraje. Los errores más frecuentes son la colocación de clavos muy atrás y dejar los remaches sobresalientes.

Debido a que los animales examinados eran atendidos en forma periódica o permanente por médicos veterinarios, se deduce la necesidad de realizar cursos de herraje para médicos veterinarios, herreros y propietarios.

Referencias

ADAMS, O.R. 1987. Lameness in horses. (3ª Ed.). Lea and Febiger. Philadelphia.

ARMISTED, R. 1966. Horseshoeing. In: E.J. Catcott and J.F. Smithcordos (Ed.) Progress in equine practice. American Veterinary Publications. California.

MOYER, W.; P. ANDERSON. 1975. Lameness caused by improper shoeing. J. Am. Vet. Med. Assoc. 166: 47-52.

NÚÑEZ, C. 1978. Defectos en el herraje que provocan claudicaciones en el equino corralero. Tesis de Grado. Universidad de Chile. Fac. Cs. Veterinarias y Pecuarias. Santiago, Chile.

PIRES, A. 1984. Tratado de las enfermedades del pie del caballo. Tomo l (2ª Ed.) Editorial Hemisferio Sur. Buenos Aires.

WISEMAN, R.F. 1989. The complete horseshoeing guide. (2ª Ed.) University of Oklahoma Press. Oklahoma.

Recibido el 30 de julio de 1994, aprobado el 23 de marzo de 1995.